Efectos del síndrome del cansancio extremo

Pagarías por dormir y dormir y dormir y dormir

Hoy tengo que quejarme. He intentado no hacerlo o al menos hacerlo lo más mínimo posible porque lo peor de todo es que mi queja yo misma la puedo solventar y yo misma la he causado.

¿Habéis pasado un periodo de cansancio extremo? A lo mejor tenéis la suerte de que eso no os ha ocurrido. ¡Qué afortunados! Yo no he tenido tanta suerte y estoy pasando precisamente uno de esos odiosos momentos. Y cuando digo cansancio extremo es extremo. Nada de tonterías de tengo sueño, os hablo de una cosa que va mucho más allá, que es el efecto «zombiland» y sus consecuencias.

El cansancio extremo te puede llegar por muchos motivos. En mi caso ha sido una combinación tipo cócktel molotov entre desasosiego y tristeza pasando por el no comer, a la par que empezar nuevo trabajo y los nervios que conlleva, sumado a no dormir bien, junto con el salir demasiado de fiesta y beber, culminando con el estar todos los días fuera con el frío buscando y viendo pisos y poniendo como guinda del pastel sacar tiempo para escribir, grabar vídeo y el resto de cosas del día a día. Si sumas todo eso te da un resultado nefasto que es como yo me siento estos días… al límite del agotamiento final antes de la muerte. También algo hace que desde mayo no he tenido vacaciones y estas navidades tampoco las tendré, pero mientras haya trabajo vivan las no-vacaciones!!

Se puede llegar a un punto en el que la sensación es de que te estás enfermando. Y no sólo me está pasando a mí. A mi amigo y futuro compi de piso también le está ocurriendo así que puedo achacarlo más o menos una combinación parecida quitando alguna cosa.

El despertador es tu peor enemigo

Y ¿qué efectos tiene el cansancio extremo? Pues voy a enumerar los que me he encontrado:

• Entrar en tal espiral en el cual no comes bien y tampoco tienes ganas de cocinar por lo que sigues sin comer apenas.
• No te consigues concentrar durante mucho tiempo y sufres de falta de atención en algunos momentos del día.
• Cualquier problema se hace mucho más grande sólo por el simple hecho de que estás tan tan cansado que te parece un mundo solucionarlo.
• Vas distraído por la vida y es más fácil que un coche te atropelle. Esto es real y verídico, ¡¡cuidado con los coches!!
• Intentas echarte la siesta los fines de semana pero no logras conciliar el sueño así que acabas con dolor de ojos y de cabeza.
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  Momento en el que te da y lo único que quieres es dormir

  La rutina hace que a pesar de que tengas el fin de semana para dormir, a las 8:30 puedas estar despierto y con los ojos como platos tras haber dormido tan sólo 4 horas, o menos.

• Cualquier actividad física se te hace un mundo.
• Llevas unas ojeras que menos mal que existe el maquillaje y ni con esas a veces es posible cambiar la cara que se refleja en el espejo.
• Limpiar la casa te parece como ir a la guerra.
• Te quedas dormido en los trenes y esperando a cualquier transporte.
• Cuando te da el nivel fuerte se te cambia la cara y eres incapaz de razonar.
• Te mareas si hay mucha gente y mucho calor.
• Te notas débil después de andar mucho y te piensas muy mucho el ponerte unos tacones para salir a la calle.
• A veces crees tener fiebre pero como luego se pasa no te vas a casa y aguantas.
• Lo vas dejando todo para mañana porque te vas viendo incapaz de sacar más tiempo para hacer más cosas.
• Y lo único que quieres es dormir y dormir y dormir y dormir y dormir….zzz…zzzz……zzzzzzzzzzzzzz……..

Entrar en la espiral del agotamiento y no saber salir

He llegado a la conclusión de que es un círculo vicioso que te atrapa y no te deja ir… quieres hacer demasiadas cosas y empiezas a renunciar a cosas principales como la comida o el sueño y se vuelve todo un desastre.

Necesito dormir y no veo el momento, incluso el otro día creo que soñé que dormía!! Yo sólo quiero dormir pero tantas cosas que terminar te impiden dejar la mente libre. Y cuando crees que ya vas a poder dormir el destino se conjura para que no sea así y tengas un plan y otro y otro y otro y como nunca dices que no, entras en el círculo del agotamiento extremo. Ay amigos, estoy tan cansada que me cuesta hasta contároslo….zzzzzz….. En este periodo de agotamiento extremo me he dejado 4 kilos por el camino, lo que me ha dejado un tipito guachi y unas ganas de morir dormida para siempre.

Luchad contra el agotamiento!! Luchad contra él y luego me contáis cómo lo hicisteis! Yo creo que es este frío y esta ciudad… que me lo están poniendo un poco difícil este último mes. 😉

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